Los síntomas más habituales de fiebre entre los canes, razones por las que vienen sus dueños con ellos a nuestra clínica veterinaria en Reus, son la falta de apetito, la apatía, la nariz seca, la somnolencia… muy parecidos a los de los humanos. Donde sí hay diferencias es en cómo tomar la temperatura o qué hacer si tu perro está enfermo:

¿Cómo tomar la temperatura a tu mascota?

La mejor forma de medir la temperatura de tu perro es usar un termómetro específico que pueda introducirse en el recto. Lubricalo antes y asegúrate de que el animal esté lo más tranquilo posible durante el tratamiento.

En la actualidad muchos de los termómetros rectales son de tipo digital y flexibles, no suponen ningún riesgo para el can; sin embargo, los convencionales fabricados con mercurio se pueden partir. Por tanto, nunca emplees estos últimos porque no están ideados para esta misión. El tiempo que el aparato de medición digital debe estar dentro del recto del animal de compañía estará condicionado por el temporizador que lleva, pues tendrás que esperar a que suene una vez haya acabado de medir la temperatura. 

¿Qué hacer si definitivamente tu perro tiene fiebre?

Si has chequeado que la temperatura corporal de tu can está entre entre 39 y 41 grados, debes traerlo a Bastet Clínica Veterinaria o al veterinario que consideres cuanto antes, pero si está por encima de los 41 ºC ya será una urgencia.

El profesional cualificado del centro de veterinaria en cuestión será quien decida la forma de hacer disminuir la fiebre del perro, pero, sólo de forma provisional y hasta que vayas con él al veterinario, debes humedecer la piel de su abdomen, axilas e ingles. De esta forma la temperatura debería disminuir durante unos minutos, aunque subirá de nuevo rápidamente.

Que tampoco se te ocurra darle al perro un fármaco para que le baje la fiebre sin que te lo haya recetado antes un veterinario, y jamás le des paracetamol o ibuprofeno: son buenos para ti pero tóxicos para ellos.